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El pequeño Yahya sufre síntomas del tracto urinario inferior y necesita urgentemente una cirugía, que cuesta 600 dólares. Los médicos subrayan la necesidad de una operación urgente para aliviar su estado. Ty apoyo puede marcar una diferencia crucial a la hora de brindar la atención médica necesaria a Yahya.

La familia de Jad tiene hasta el 5 de mayo para pagar el resto de la matrícula escolar. Si no consiguen hacerlo, no recibirán sus certificados y tendrán que abandonar la escuela. ¡Por favor ayúdalos a permanecer en el colegio! La educación es su mejor oportunidad para una vida mejor.

“Mi marido murió y tengo tres hijos pequeños. Vendo clínex en la calle, intentando conseguir algo de dinero para alimentar a mis hijos. Nuestra casa en Siria fue bombardeada durante la guerra, así que que no tenemos otro lugar al que ir.”

“No sé cómo cuidar de mi familia. Estoy paralizado; Me siento impotente. Han sido tiempos difíciles para nosotros desde que comenzó la guerra en Siria, pero esto es inhumano. No sé cómo sacar a mi familia de esta situación. ¿Podrías ayudarnos con el alquiler cada mes y a conseguir los medicamentos que mi hijo necesita?“

“Mi familia y yo nos estamos quedando en casa de mi hermana. Tienen una habitación y un salón, y gentilmente nos han permitido quedarnos en la habitación, que lamentablemente no tiene puerta ni electricidad. Me estoy muriendo de frío, mi familia y yo. La habitación es húmeda y extremadamente fría. Necesito ayuda para alquilar un lugar donde podamos dormir.”

Hemos pagado $250 por el cole de Maria y exigen ahora $350 adicionales; de lo contrario, no recibirá su certificado al final del año. Maria merece ir a la escuela y tener un tipo de vida diferente. No quiero que ella tenga esta vida tan difícil para siempre. Por favor, necesitamos ayuda.

La madre de Aya se encuentra en una situación desesperada. No puede pagar las tasas escolares de sus hijos y la escuela amenaza con impedir que sus hijos tomen los exámenes parciales a menos que pague los 1.200 dólares pendientes. Su marido ha estado ausente durante cinco meses después de intentar solicitar asilo en Europa y quedar varado en Túnez. Ahora ella está completamente sola.

“estoy lidiando con una hernia de disco debilitante en la parte baja de la espalda. El dolor constante me dificulta mucho trabajar, pero no podemos permitirnos la cirugía que me permitiría hacerlo. Se siente como un ciclo ineludible.”

“Me rompí la pierna y durante la cirugía para arreglarla algo salió mal. Ahora no puedo caminar y me duele mucho. Le debo al hospital $1500 por la cirugía de la pierna. No puedo trabajar, así que no puedo pagarlo. Estoy perdido y no sé que hacer.”
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Somos tres familias que vivimos juntas en una pequeña casa de dos habitaciones y un salón. La responsabilidad del alquiler, la luz y los gastos recae en mi padre y en mí. Después de pagar el alquiler, nos quedan sólo 50 dólares para comprar comida y pagar la electricidad. La situación es desafiante y me siento asfixiado.

La somatropina solía costar alrededor de 10 dólares en el Líbano. Ahora cuesta $260. Y Fátima no puede permitírselo. La hija de Fátima tiene un crecimiento deficiente debido a una deficiencia de la hormona del crecimiento que es tratable pero que, ahora, está fuera de su alcance.

Wafa sufre una larga enfermedad y el médico recomienda pruebas y una radiografía, que cuestan unos 100 euros. Desafortunadamente, las limitaciones financieras hacen que el acceso a la atención médica adecuada sea una batalla cuesta arriba para Wafa.

Trabajamos duro para proporcionar un hogar y comida a nuestros dos hijos, pero se está volviendo cada vez más difícil. Necesitamos ayuda para pagar el alquiler y asegurarnos de que nuestra familia tenga suficiente para comer. ¿Puedes ayudarnos?

Su marido los abandonó. Para proteger a sus hijos de la dura verdad, les dijo que intentó regresar a Siria en busca de empleo, pero que desde entonces no ha podido comunicarse con ellos. Los niños desconocen las circunstancias y por eso les mantendremos en el anonimato.

Nos cuesta poner comida en la mesa y nuestros hijos suelen pedir cosas tan básicas como Panadol para los dolores de cabeza, pero incluso eso es demasiado caro. Por favor ayúdanos para que podamos tener suficiente para comer. Solo queremos que nuestros hijos cenen un plato completo de comida.

Mahmoud trabaja como obrero de la construcción y gana 7 dólares al día. Trabaja de 2 a 3 días a la semana. Con su salario no está pudiendo alimentar adecuadamente a sus 3 hijos. Está muy preocupado por el impacto que una mala nutrición puede tener en la salud de sus hijos.

Con aproximadamente el 80% de los libaneses viviendo en la pobreza, Mariam se encuentra entre ellos. Mariam tiene que lidiar con problemas de salud, como asma y alergias, que hacen que respirar sea un desafío diario. Ayúdala a acceder a los medicamentos esenciales que necesita con urgencia.

“No podemos comprar un sustituto para la bombona de gas, así que incluso si tuviéramos carne, no podríamos cocinarla. Para reemplazar la bombona, tenemos que pagar un millón doscientas mil liras libanesas, que son 12 dólares. Es difícil; Ya es un desafío para seis personas comer con sólo $40, pero con $28, es aún peor.”

“Nuestra situación actual es muy difícil y nos es imposible pagar el alquiler de 200 dólares. Estamos pasando por un momento muy difícil y no sabemos qué hacer. Escuchamos acerca de 26 Letters de un amigo. Su familia ha tenido a alguien ayudándolos durante un año y pensamos que tal vez podríamos encontrar a alguien que pueda ayudarnos a nosotros también.“

“Este año logramos inscribir a mi hermana pequeña en tercero de infantil. Estoy muy feliz de que pueda ir a la escuela, pero lleva desde el comienzo del año escolar sin libros. Cuestan $40 y no podemos permitírnoslo. ¡Si pudieras ayudarnos un poco, te lo agradeceríamos mucho!”

¿Qué harías si tuvieras 9 hijos y un salario de 200$? Esto es a lo que se enfrenta la familia de Sabah. Su salario va en su mayoría a pagar el alquiler, lo que les deja muy poco dinero para comer. Ayúdales a poder comprar comida!

“A veces me encuentro incapaz de respirar, como si hubiera olvidado cómo hacerlo. Sabía que las cosas serían difíciles para nosotros y que huir de la guerra no iba a ser el final de nuestros problemas, pero nunca imaginé que la vida se volvería tan insoportable.”

Cuido de mis dos hijos, Nasser y Lujain, yo sola. Tuve que sacar a mis hijos de la escuela porque no podía pagarla y ahora estoy desesperada porque no tengo suficiente comida para alimentarlos. Por favor, si puedes, ayúdanos pronto.

Saha está soportando condiciones de vida increíblemente duras. Su pequeño apartamento tiene goteras en el techo y humedad que se filtra a través de las paredes. Comparte una sola habitación con su marido y sus 3 hijos y se enfrentan a circunstancias extremas. La situación es desesperada: falta comida y ropa de invierno y los niños están siempre enfermos por el frío y la humedad de la casa.

Rita y sus hijos están al borde de quedarse sin hogar. Sin embargo, Rita se aferra a la esperanza. Anhela un futuro en el que Khader y Celine puedan lograr todo lo que a ella se le negó, donde sus sueños no se hagan añicos como los de ella. Rita desea desesperadamente un mañana mejor para sus hijos.

“Mis hijos y yo pedimos dinero debajo de un puente. Mi hija tiene 11 años y mi hijo 9. La primera vez que tuvimos que hacerlo me sentí fatal. Nuestra situación nunca fue buena, pero mendigar dinero era otra cosa. Ahora, como todo, me he acostumbrado, pero no quiero que mis hijos se acostumbren.“

Los hijos de Fatima necesitan urgentemente suplementos nutricionales. Su salud se está deteriorando debido a la falta de alimentos. Cubrir su alquiler y la electricidad de 200 dólares los está dejando sin dinero para comprar comida. Patrocina a Fatima hoy y ayúdala a alimentar a sus hijos.

“No puedo permitirme pagar la escuela de mis hijos, por eso no pueden ir. A veces me piden comida, pero no puedo comprarla, ni siquiera pan. Ha pasado un año desde la última vez que mis hijos comieron fruta. Pero lo peor es el alquiler de nuestra casa, que cuesta 150 dólares por una habitación.”

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“Me convertí en madre a la edad de 16 años, lo cual fue bastante abrumador y desafiante.... Enfrentar las adversidades de la guerra, el desplazamiento y las difíciles situaciones que vinieron después me ha cambiado. Es difícil mantener una sensación de normalidad cuando nuestras vidas se han visto perturbadas tantas veces.”

“La vida en el Líbano es dura para refugiados sirios como nosotros. Dejamos todo atrás y ahora tenemos problemas de dinero. Encontrar trabajo es difícil y todo es muy caro. Es difícil darles a nuestros hijos lo que necesitan. Tenemos un hijo y una hija, y ellos son lo único que nos mantiene luchando.”

"No pedimos lujos ni extravagancias. Lo único que buscamos es una mano amiga para poner comida en nuestra mesa. No importa cuantas comidas sacrifique para que mis hijos puedan comer, es siempre una lucha constante, apenas tenemos suficiente comida para asegurarnos de que coman una vez al día."

“Mi marido trabaja mucho, pero sus ingresos mensuales apenas superan los 50 dólares. Sólo nuestro alquiler consume la totalidad de su salario, sin dejar nada para otras necesidades esenciales. Me dirijo a vosotros con esperanza y gratitud, buscando ayuda…. vuestro apoyo significaría mucho para nosotros.”

Omar está en 1º DE LA ESO aunque tiene 16 años. Cuando Omar llegó a Líbano, no le dejaron inscribirse en su año. En cambio, le hicieron comenzar desde el principio. Omar es muy optimista y dice que, aunque todos sus compañeros son más pequeños, ¡él tiene una oportunidad que muchos otros niños nunca tendrán! Su familia necesita que Omar trabaje. ¡Ayúdalo a continuar sus estudios!

“La guerra nos lo arrebató todo. Nuestra casa, nuestras pertenencias, pero no nos quitó la esperanza. Pensábamos que estaríamos a salvo en el Líbano. Creíamos que nuestros hijos tendrían mejores oportunidades al vivir aquí. Ya no tengo esperanza. Estoy cansada de luchar por una vida mejor, una vida que nunca llega.“

“Para llegar a fin de mes, mis hijos y yo vendemos clinex y agua debajo de un puente cerca de nuestra casa. Es una forma dura de ganarse la vida, pero es la única opción que tenemos.”

“Hemos tenido que hacer sacrificios desgarradores solo para sobrevivir: saltarnos las visitas al médico, renunciar al agua potable, vivir sin electricidad e incluso renunciar al acceso a Internet en casa. A medida que cae la noche y me siento en la oscuridad, no puedo evitar sentirme consumida por una sensación de impotencia. “

“Mi hija. Nació con una condición en los ojos que requirió atención médica. Desesperados por ayudar a mi hija, buscamos la mejor atención posible e nos metimos en una deuda significativa en el proceso. A pesar de nuestros esfuerzos, su condición no pudo curarse por completo y ahora está ciega.”

“Qais tiene diversidad mental y física. Nos rompe el corazón compartir que recientemente, los médicos nos han informado que es posible que a Qais no le quede mucho tiempo. Nuestra principal preocupación ahora es asegurarnos de que Qais viva el resto de sus días sin dolor ni molestias.”

Cuando tuve a mi primer hijo en mis brazos recuerdo haber pensado que le iba a dar una gran vida, y míranos ahora. Todas las promesas que hice se han convertido en sueños imposibles. Si eres madre, entenderás lo difícil que es saber que se lo merecen todo y no poder darles nada.

“Cuando empezó la guerra en Siria y decidimos venir a Líbano, pensé que lo peor ya había pasado, pero la pesadilla no había hecho más que empezar. No tenemos agua corriente, no tenemos electricidad, no tenemos nada. Cada noche la ansiedad me come pensando en cómo voy a mantener a mi familia, qué les voy a dar de comer mañana.”

“No hemos podido pagar el alquiler los últimos 3 meses pero ¿cómo vamos a hacerlo? No tenemos ni para comprar pan. Mi esposo tiene una hernia de disco cervical que le causa mucho dolor. No sé qué hacer, no quiero que mis hijos vivan en la calle… no vamos a poder sobrevivir sin ayuda.”

“Mi marido tiene una lesión en la pierna, ya no tiene el ligamento cruzado. A veces soporta el dolor y trata de trabajar, y a veces no puede soportarlo. Yo también estoy enferma. Tengo una condición llamada hiperparatiroidismo que me ha causado depresión y agotamiento.”

¡Ayuda a Amina a operarse para poder trabajar!

“A veces pasamos días sin comer porque no tenemos nada... La situación me ha causado depresión, mi cuerpo ya no aguanta más el estrés. Sólo necesito un poco de ayuda.”

- Sana, la mamá.

El marido de Najua no puede encontrar trabajo. Ahora, ambos cantan en la calle todos los días para poder cuidar a sus dos hijas y de su madre enferma. Halak y Habla son demasiado pequeñas para entender por qué no pudieron ir a la escuela este año. Por ahora, Najua está tratando de ahorrar dinero para poder pagarlo el próximo año.

Baasal vive con su mujer e hijo, su madre y su hermana y sus dos hijas. El alquiler de su casa es de 300$ mensuales y no han podido pagarlo los últimos 2 meses. Ahora, el casero los amenaza con echarles a la calle. Baasal tiene miedo de acabar durmiendo en la calle con su familia.

Cuando los tiempos eran mejores, la familia de Aya llevaba comida a la escuela e incluso regalaba ropa a los fundadores. Cuando la situación empezó a cambiar, su hijo mayor, Ibrahim, fue el primer estudiante que se ofreció como voluntario para ayudar a distribuir paquetes con alimentos y medicinas a las familias de 26 Letters, incluida la suya. Ahora, la familia que siempre nos ha apoyado, necesita ayuda.

La inseguridad alimentaria obliga a familias a tomar decisiones difíciles, como enviar a sus hijos a trabajar para mantener a sus familias o casar a las niñas para aliviar los gastos financieros. Ayat se casó cuando tenía 16 años. Ahora, es madre y está cargando con todo el peso de sus responsabilidades como tal en un país colapsado cuando sólo es una adolescente.

Khodor, su hermana, su madre y la hija de su hermana son del Líbano. Su madre tiene cáncer y le dificulta el respirar. Están tratando de cuidarla, comprando los medicamentos y el oxígeno que necesita, pero viven tiempos desesperados y el poco dinero que ganan apenas les permite sobrevivir.

Jaula tiene cáncer y no puede pagar la medicina que podría salvarle la vida. Desde 2015, Jaula vive una pesadilla. Incapaz de cubrir el alquiler de su apartamento de una habitación, ha tenido que compartirlo con la familia de su hermano. Al no poder pagar la escuela de sus hijos, han tenido que abandonar la escuela.

"Perdimos nuestra casa en Aleppo. Tuvimos que huir al Líbano y reconstruir nuestra vida. Esperábamos que las cosas fueran mejor aquí, pero es como si nunca tuviéramos un descanso.

Tengo dos hijas y un niño. Mi hijo todavía es un bebé y necesita leche, pero no puedo pagarla. Mi esposo trabaja de noche y el dinero que gana apenas nos permite comer”.

Ahed sueña con que un día su hijo pueda volver al colegio y convertirse en doctor, tal y como soñaban los dos. Con la situación en el Líbano Ahed tuvo que ver cómo su hijo dejaba sus estudios para poder ayudar en casa. Desde que murió su marido ha tenido que sacar adelante a su familia sola y el no poder hacerlo la ha roto el corazón.

Khaled solo quiere un poco de ayuda para alimentar a sus hijos. Su salario como limpiador no alcanza para sus 5 hijos, su esposa y su madre. La vida no ha resultado como Khaled esperaba pero nunca imaginó que tendría que ver a sus hijos pasar hambre.

El marido de Kadia espera todos los días bajo el puente del aeropuerto esperando ofertas de trabajo. Con un bebé que necesita pañales y leche, se ven incapaces de cuidar a su familia. Se ven obligados a vivir en condiciones simplemente intolerables.

“Ya no tengo esperanza en nada, no veo ningún futuro para mis hijos y me siento inútil sabiendo que no hay nada que pueda hacer para cambiarlo”.

Samia ya no sabe qué hacer para sacar a su familia adelante. La vida por la que habían luchado se les está escapando de las manos.

Sayad tiene 5 hijos y están en una situación desesperada, sin otro lugar a dónde ir, su única opción es tratar de sobrevivir en el Líbano, pero ¿a qué coste? Sayad se preocupa por el tipo de futuro que tendrán sus hijos y se siente impotente, incapaz de hacer nada para ofrecerles la vida que se merecen.

"Puedo soportar el hambre, la sed y las duras condiciones de vida, pero ver sufrir a mis hijos es insoportable. Han crecido tan rápido en los últimos años y me niego a aceptar esta vida para ellos. Por favor, te lo ruego, ayúdame a darles una vida mejor".

Bashar, ante las secuelas de la muerte de su hermano en el terremoto de Siria y la responsabilidad de cuidar de los tres hijos huérfanos de su hermano, junto con su propia familia, se siente abrumado y cansado. Bashar busca apoyo para proveer y proteger a su nueva familia, anhelando un momento para respirar en medio del dolor.

Amina, la madre de Sham, lucha contra problemas sinusales que afectan su respiración y necesita con urgencia una cirugía sinusal. El informe del médico indica la presencia de pólipos, sinusitis crónica e inflamación que afecta diversas áreas. Ayuda a Amina a encontrarse mejor.

“En los últimos años nuestras vidas han cambiado mucho. Ya no estamos a salvo. Nuestro casero nos amenaza con desalojarnos, los sirios no son bienvenidos en hospitales o escuelas. La violencia se está extendiendo en el Líbano, las calles ya no son seguras.

Hemos soportado demasiado, solo tratando de sobrevivir. ¿Cuántas veces más necesitamos rehacer nuestras vidas?“

“Tratar de pagar el alquiler de la casa, la luz y el agua se ha convertido en una pesadilla aterradora para nosotros. Nos vamos a dormir todas las noches sin saber qué será de nosotros al día siguiente.”

"Trabajo como cuidador de edificios. Tengo un salario mensual de un millón y medio de libras libanesas, que es un poco más de 15 dólares. Ya no podemos traer cosas como productos de limpieza a nuestra casa. Tampoco medicinas, leche y mucho menos queso y carne.”

Zainab, una madre libanesa, enfrenta desafíos insuperables mientras lucha contra problemas de salud y cuida a sus dos hijas, cada una lidiando con enfermedades crónicas. Zainab está desesperada por poder brindar a sus hijas los cuidados médicos que necesitan.

"Mi nombre es Ghazilla y vengo de la hermosa ciudad de Deir Ezzor en Siria. Mi marido Khalil y yo estamos criando a cinco maravillosos hijos. La vida no ha sido fácil para nosotros.”

“Mi marido no puede trabajar porque está enfermo así que mis dos hijos mayores mantienen a nuestra familia. Con lo que ganan podemos comprar algo de comida. Como madre es muy duro no ser capaz de ofrecer a tus hijos el futuro que querías para ellos.”

No tenemos ningún ingreso por lo que no podemos pagar la escuela de mis hijos. Ya no podemos pagar los gastos de matrícula y ya no podemos proporcionarles comida, ropa ni medicinas. Pedimos ayuda porque estamos en una situación muy crítica.

“Mi situación es muy mala. No puedo alimentar a mis hijos. Incluso una barra de pan nos resulta muy difícil de comprar. Lloro todos los días porque no puedo darles a mis hijos las cosas más básicas. El dueño de la casa quiere 300 dólares de alquiler. Te pedimos que nos apoyes para que podamos vivir.”

“Nuestro hijo Youssef sufre de talasemia, lo que le provoca anemia crónica. Si bien existen medicamentos que podrían mejorar enormemente su bienestar, están fuera de nuestras posibilidades económicas por lo que te rogamos, por favor, ayúdanos si puedes.”

“Tengo seis hijos y estoy completamente desesperada. Me siento atrapada, sin ningún lugar al que poder ir. Vivir aquí es imposible, es difícil explicar con palabras la desesperación que siento. Estoy perdida. No sé qué hacer.”

“Hola, soy la madre de Mohammad y me encuentro en una situación difícil. Nuestro alquiler ha aumentado a $200 y, con el desafío adicional de tener una hija que necesita gafas debido a problemas de visión, estoy luchando para llegar a fin de mes.”

“Vivimos en una zona peligrosa porque no podíamos permitirnos alquilar una casa en ningún otro lugar. Ahora ni siquiera podemos permitirnos esta casa. Nuestro alquiler es de $250. No podemos permitirnos las cosas más básicas. Estamos desesperados. Por favor ayúdanos.”

“Soy Ali Mohammad. Soy de Siria, de la zona rural de Aleppo. Solía trabajar en la construcción, pero ahora no tengo trabajo. Solo quiero una vida mejor para mi familia, pero necesito ayuda. Cualquier tipo de ayuda es bienvenida. Si puedes ayudarme a encontrar trabajo, haré cualquier trabajo. Por favor ayúdanos.”

“Durante los últimos meses he tenido que elegir entre pagar una parte del alquiler o comprar comida. Es difícil. ¿Cómo podemos elegir? No he podido pagar durante los últimos dos meses. Por favor ayúdame a saldar mi deuda con el dueño de la casa para que no nos desalojen.”

“A mi hija le apasionan sus estudios y, a pesar de su corta edad, mis hijos son ambiciosos. Mi hija sueña con ser doctora; y nos cuida muchísimo cuando estamos enfermos. Deseo un lugar seguro para que mis hijos vayan a la escuela y cumplan sus sueños.“

“Mi nombre es Ahmad. Soy un paciente cardíaco que necesita una operación crucial para reemplazar la batería del marcapasos de mi corazón. Actualmente siento molestias y mareos debido a la necesidad urgente de este procedimiento.”

"Mi nombre es Elisa Nasser y soy palestina. Mi marido, Muhammad, es libanés. Vine al Líbano porque mi país no era seguro para mí, pero ahora incluso el país de mi marido se está volviendo inseguro. Lo único que he querido siempre ha sido vivir paz, por eso busqué refugio en el Líbano. Sin embargo, la paz también aquí parece inalcanzable. La vida se ha vuelto abrumadora.”

Fatima Sheikh, de 45 años, se enfrenta a una grave crisis médica. Tiene múltiples bultos en su pecho y un especialista en oncología le ha confirmado que es necesario realizar una cirugía urgente para extirpar estos tumores. Sin embargo, el coste de la cirugía, que asciende a 400 dólares, es un obstáculo insuperable para ella.